Si hay un lugar que parece sacado de un cuento europeo, pero con alma bien cordobesa, ese es La Cumbrecita. Este pueblito de montaña, escondido entre las Sierras Grandes, es un refugio de paz, naturaleza y arquitectura alpina que conquista a cada paso.
Un poco de historia
La historia de La Cumbrecita comienza en 1934, cuando el Dr. Helmut Cabjolsky, un alemán radicado en Buenos Aires, compró un campo de 500 hectáreas en esta zona inhóspita y sin caminos. Junto a sus cuñados, los hermanos Behrend, trazaron senderos, plantaron los primeros árboles y construyeron una casa de adobe que pronto se transformó en hostería. Así nació este rincón que, con el tiempo, se convirtió en el primer pueblo peatonal de Argentina, con un marcado estilo centroeuropeo y un profundo respeto por la naturaleza.
Cómo llegar
Ubicada a 118 km de Córdoba Capital, se accede a La Cumbrecita por la Ruta Provincial N° 5 hasta Villa General Belgrano, y desde allí por la RP S-271. Si venís desde Buenos Aires, el trayecto ronda los 750 km. En transporte público, podés tomar un colectivo hasta Villa General Belgrano y luego otro servicio hasta La Cumbrecita.
Recordá que el ingreso al pueblo es exclusivamente peatonal: los vehículos deben quedar en el estacionamiento de entrada.
Atractivos imperdibles
La Cumbrecita es un paraíso para quienes buscan desconectar y reconectar con la naturaleza. Algunos de sus rincones más encantadores son:
- Cascada Escondida: Un salto de agua rodeado de bosque, ideal para una caminata tranquila.
- La Olla: Una piscina natural de aguas cristalinas, perfecta para refrescarse en verano.
- Peñón del Águila: Parque temático con tirolesas, arborismo y espectáculos para toda la familia.
- Cerro Wank: Sendero de dificultad media con vistas panorámicas.
- Capilla Alpina: Pequeña y pintoresca, enmarcada por el paisaje serrano.
- Esculturas de madera: Repartidas por el pueblo, cuentan historias de duendes y pioneros.
Lugares para comer
La gastronomía en La Cumbrecita es una fusión deliciosa entre sabores criollos y centroeuropeos. Algunas paradas obligadas:
- Bar Suizo: Desde 1969, un clásico para probar goulash, tortas y café.
- Restaurante la Colina: Cocina de autor con vista al valle.
- Pizzería Y La Costa: Ideal para una comida informal.
- Helmut: Restaurante-museo en la casa del fundador del pueblo.
- Parrilla Restaurant El Puente: Carnes a la parrilla y platos tradicionales.
- El Encuentro: Cocina centroeuropea con repostería artesanal.
- Refugio de Gambrinus: Platos típicos acompañados por cerveza artesanal.
- Cucu Haus Restaurante: Ambiente cálido y menú austríaco.
Dónde alojarse
Desde cabañas rústicas hasta hoteles boutique, La Cumbrecita ofrece opciones para todos los gustos:
- Cabañas Río Manso: A orillas del río, con excelente ubicación.
- Hotel Las Cascadas: Con pileta, restaurante y acceso directo al río.
- Solares Cumbrecita Hotel & Apart: Ideal para familias, con juegos y actividades.
- Aires Serranos Suites: Exclusivas para parejas, con jacuzzi y vistas soñadas.
- Hostería El Ceibo: Tradicional y bien ubicada.
- Hotel La Cumbrecita: Historia y confort en pleno centro del pueblo.
- Cabañas Anam: Rodeadas de naturaleza, perfectas para desconectar.
Recomendaciones y tips
- Usá calzado cómodo: los senderos son parte de la experiencia.
- Reservá con anticipación, sobre todo en verano y fines de semana largos.
- Probá el strudel, el goulash y la cerveza artesanal local.
- Respetá el entorno: no se permite acampar ni hacer fuego.
- Consultá el clima antes de viajar: puede cambiar rápidamente en la sierra.
La Cumbrecita no es solo un destino, es una experiencia. Un lugar donde el tiempo se desacelera, el aire huele a bosque y cada rincón invita a quedarse un rato más. ¿Te animás a descubrirla? 🌲🏞️✨